miércoles, 4 de marzo de 2009

De vuelta a clases

Viendo desde la ventana de la biblioteca familiar, la agonía de los últimos días de carnaval y de las vacaciones veraniegas. Ya la gente que empieza a retornar de los diferentes balnearios donde pasaron las vacaciones.



Me pongo a pensar en hallar una relación de analogía, que tiene las vacaciones con la arena. Llego a la conclusión que existe una relación entre ambas.


Que se entiende de la siguiente manera:


Cuando cogemos un puñado de arena, esta discurre por nuestras manos tan suavemente que no nos damos cuenta que ya no tenemos nada en las palmas de las manos. Lo mismo sucede con las vacaciones; ya que cuando salimos de vacaciones perdemos la noción del tiempo; es decir, creemos tener tanto tiempo libre que no sabemos qué hacer. Pero, poco a poco, el tiempo se nos va resbalando de las manos.

Es irónico. No nos damos cuenta hasta que nos percatamos en que ya se terminan; como todo en esta vida. Todo tiene un final.
Las cosas buenas parecen que duran menos, cuando te das cuenta ya pasaron (como los carnavales).

[Este año no sentí los carnavales y me siento culpable por dejarlo pasar sin aprovecharlo.]
Cada uno de nosotros sabe, muy bien, si todo este tiempo de vacaciones lo hemos aprovechado para bien, para mal o para nada (eso nos lo dirá nuestra conciencia. Lástima que no podemos engañarnos a nosotros mismos).



(…)
Empezará un nuevo ciclo que es equivalente a un borrón y cuenta nueva en mi vida estudiantil.
Vendrán las aburridas y tediosas clases; así también, las acostumbradas y sorpresivas prácticas, parciales, asignaciones, monografías, exposiciones y los temibles finales. (Volverás a tomar dos latas de Red Bull en serie y diarios para “pasar” esos terribles exámenes.)
Pero analicemos y recordemos los diferentes aspectos) de este, siempre terrible e inevitable, dilema:
Te reencontraras con tus amigos de la Universidad, Instituto, academia o colegio; volverás a levantarte al primer sonido de la alarma; volverás a ver a la chica linda de la Universidad (que no sabe que existes, pero, tú, desde que ingresaste intentas ‘hacerle el habla.’); volverás a asistir asiduamente a las, ya famosas, “Chupetas de confraternidad” con tus ‘patas’ de la Facultad (francamente ya las echaba de menos), así como a los “tonos rave” con entradas de cortesía.

Tendrás que leer los enormes volúmenes de libros ante la amenaza de “jalar” (no tengo en nada contra la lectura, es más me considero un amante de ella, pero díganme si no es aburrido leer los libros de Filosofía. Sorry Kant, Platón, Sócrates, Descartes, Savater,Wittgenstein y demás colegas).

Volverán las amanecidas en casa de tus patas estudiando y miles de cosas que se volverán inolvidables (como lo rico que es embriagarse con vinos baratos y "destruyehígados" en un parque público o en una playa, con tus mejores patas).


Volverán los "chanconcitos" y su memoria, que más parece ser WIKIPEDíA.

Y, como olvidarlo, volverán los odiosos, los rechazados, los "chupamedias". Más conocidos como los "sobones", más dispuestos que nunca (son capaces de la peores bajezas), contra todos, por un puto y miserable punto en el promedio final.

A mi punto de vista personal, en la facultad de Derecho debería de hacer un campaña CONTRASOBONES, ya que estos proliferan por sus pasillos y parece que cada vez es más contagioso

Pero esto es lo que vemos durante el ciclo.





No obstante me concentraré, particularmente, en narrarles como lo pasaba en el primer día de clases, para no salirnos del tema de este post.


(…)
Recuerdo que cuando estaba en la escuela (desde que tenía seis u siete años) me gustaba, en especial, el primer día de clases.


Ya que tenía la esperanza de que al comenzar el año escolar viniera, así como en las películas (maldigo esas películas llenas de un romanticismo más bobo, hasta ahora me asombro y no me explico como yo me creía eso), aquella niña hermosa. La chica de mis sueños. Caída por suerte en mi mismo colegio.

Esperaba y esperaba, cerca de la puerta del salón, viendo pasar a la misma gente conocida, los mismos amigos y una que otra cara nueva.

Quizá porque en ese entonces yo creía en el amor verdadero y eterno. En aquel que llega sin proponértelo, inminente, imprevisible, perfecto (¿primer amor? Definitivamente no, pero muy parecido).


Y no retiraba la mirada del patio manteniendo firme esa creencia (nada lógica, por cierto) que de un momento a otro apareciera en el umbral de la puerta, aquella ninfa que sería mi alma gemela, mi otra “mitad” con su carita angelical tímida y delicada, asustada, quizás. Pero no aparecía.

El día siguiente (o segundo día de clases) de nuevo, hacía lo mismo. Solo con la diferencia de que la ilusión había mermado un poco. Y así todos los siguientes días, claro, que mientras más días pasaban, menos eran mis esperanzas. Hasta que al terminar las clases de la primera semana me resignaba a pasar un año más sin ‘lindos motivos’ para querer regresar al colegio. Se podían imaginar ustedes mi frustración.

Maldecía, en mi mente, a mis vecinos que después de la “pichanguita” de los sábados, comentaban sobre las nuevas chicas lindas que recién se habían matriculado en su colegio.

Llegue a convencerme, en ese entonces, que yo y mi salón estábamos malditos, que alguien, en venganza (supongo), nos había hecho un conjuro de magia negra que nos condenaba a pasar la vida escolar ; sin tener chicas lindas en nuestro querido salón (con el perdón de las chicas de mi promoción, esto no quiere decir que ustedes no eran bonitas, lo que pasa es que ustedes ya estaban más ‘ocupadas’ en besuquearse con sus enamorados que eran los chicos de grados superiores que conformaban casi todas las selecciones de los diferentes deportes en que competía nuestro colegio.)

Es más, debo confesar que hasta ahora, cuando comienza un nuevo ciclo (ya sea de la Universidad, por ejemplo) me siento cerca de la puerta esperando, que ahora sí, llegue la chica de mis sueños. Todavía no me resigno. Creo que, ahora sí en este ciclo, me cobraré la revancha.

NOTAS IMPORTANTES:

Ahora, que faltan escasamente semanas (2 aproximadamente) para volver a las aulas, empiezo, ya a echar de menos las vacaciones.
Me voy con la conciencia tranquila ya que estas vacaciones terminé trabajando en una pequeña editorial (la editorial de mi viejo). Donde fui explotado, pero me sentí productivo.


Felicitar a mi primo Lucho que “agarró” una beca para estudiar Medicina en Cuba y se quitará en el transcurso de esta semana. Espero que cuando vuelvas, en las próximas vacaciones, me enseñes los pasos secretos de la salsa.


El video que colgaré a continuación es de los FABULOSOS CADILLACS que hace poco estuvieron de visita por nuestro país. En esta oportunidad el gran Vicentico nos deleitara con la canción CARNAVAL. En honor por perdérmelo este año.





VIDEO DE LA SEMANA
Está a cargo de Sprite (“las cosas como son”)
y va dedicado al clásico profesor "cagavidas"...



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Lamentablemente las vacaciones serán ovacionadas como un escape de la realidad de un mundo de color gris
A vivir lo que sobra de estas vacaciones.
Y mis mejores deseos que llegue ese amor de verano…
Tu brother

Anónimo dijo...

Donde quedo el profe clásico que te revuelca con sus entupidas preguntas que según el tu eres el único que no sabe las respuesta

Anónimo dijo...

JJAJAJAJA TENES RAZON NENE

Cinthya Castillo dijo...

Como extraño la Universidad, ya me metere a un curso pa volver a los salones de clase :P



Gracias por la visita!

Meikuei dijo...

"Quizá porque en ese entonces yo creía en el amor verdadero y eterno. En aquel que llega sin proponértelo, inminente, imprevisible, perfecto "

Acaso ya no crees en él? Es verdad aparece sin proponertelo, a veces vivimos pensando tanto en eso que buscamos que nos olvidamos de apreciar los pequeños gestos bonitos que nos da la vida. Y sí, las vacaciones se pasan tan rápido, el tiempo en general, pero depende de cada uno de vivirlo como mejor lo podamos, tarea díficil muchas veces, si contamos que nos dejamos llevar por los sucesos que se desencadenan alrededor de nosotros.

Interesante el post, voy a chequearlo para ver qué otras cosas más encuentro.saludos