domingo, 31 de mayo de 2009

Que Sí, Que No ...


La indecisión “sazonada” con la volubilidad saca de quicio a cualquiera; ya que, rompe la estabilidad emocional que se requiere y es necesaria para llevar una vida normal. Y en la vida sentimental, con mucha más razón.

De nada valdría tener por enamorado o enamorada, según sea el caso, a un cuerazo si te dice un día que te ama, al otro que “está confundido” y luego que te ama otra vez o nunca más te vuelve a amar.

¿Total cómo es?

(…)
J me mandó a la M…dicho en otras palabras, me mando al cuerno.

En posteos anteriores iba anunciando, como si fuera la buena nueva, que ya casi (pero casi no es suficiente) estaba con J.

Aprendí que no debo cantar victoria antes de tiempo. Pero como desconfiar, si por primera vez en mi vida todo iba bien; en el “gileo” ni hablar, la estaba haciendo linda. Todo me favorecía.

Imagínense que estaba dispuesto a cambiar mis malos hábitos por ella. Pero, sobre todas las cosas, esta vez, ya no quería cagarla, fregarla ni estropear lo que se vaticinaba como una relación duradera.

(…)
Creo que J fue otra chica, que como muchas, pasaron por mi vida y me dieron bola, me dieron esperanzas, luego se quedaron un ratito conmigo, hasta que yo empiezo a reaccionar y a creérmelo y a pensar, que esta vez, que si lo intento todo podría ser diferente, hasta llegar a tener un final feliz.

Aquellas damas con sus uñas largas y delicadas que con una sonrisa se acercan, rompen la armadura de hierro que protege y rodea a mi corazón, me ilusiono y luego se escapan, se van, huyen, desaparecen y me dejan el corazón hecho un guiñapo, un trapeador.




(...)
Antes de todo esto jure que si no se concretaba esta relación me desquitaría en el Blog; y eso será exactamente lo que hare en estos momentos. No lo haré como si fuese una venganza, porque sé que ustedes lectores, me malinterpretaran como un despechado más.

Aunque, si me hubiera apresurado un poco en formalizar mi relación con J, tal vez no estaría escribiendo estas líneas maltrechas, pero era previsible que tarde o temprano terminara con ella y con el corazón hecho una albóndiga.

Nada es perfecto en esta vida. Todo tiene un defecto, aunque sea uno solo. Si para el guerrero heleno Aquiles, su talón era su punto débil; de J su punto débil era su inquebrantable indecisión, acompañada de su brutal volubilidad.

(...)

Felizmente, esta no fue una choteada pública. No fue necesario hacer escándalo ni pasar alguna vergüenza.

Si no que fue una choteada a medias, solapada, larga y lenta, una auténtica tortura china, y por ende, mucho más dolorosa.

Déjenme explicarles el por qué:

Cuando te “mandas” a una chica y esta te dice que NO. Te das cuenta rápidamente que esta vez perdiste. Entonces, ya depende de ti si; la sigues afanando o ya no (supongo que no le rogaras. ¿O si?).


Si quieres seguir insistiendo, tendrás que cambiar, inmediatamente, de método de enamoramiento. Así la próxima vez que la invites a salir tendrás más probabilidades de “ligar”.

Por mí, hubiera preferido la primera de las negaciones; o sea el rotundo, sincero, frío e inmisericorde NO. Así de frente y directo en vez de vivir lo que viví. Además con el NO yo ya estaba “familiarizado”.



(…)
En cambio, en mi caso con J no sucedió nada de eso.
El viernes pasado salimos (J y yo) a bailar a un concurrido centro de lo más “chic”.
Después de conversar muchas horas me decidí a jugarme el todo por el todo. Lo decidí que sería en pleno baile, cuando tocasen una, más o menos, romanticona (no iba a ser tan cojudo de mandarme en un reggaetón).

Y así fue. Cuando estábamos en plenas vueltas, la tome de sus manitas (son pequeñísimas y graciosas), pegue mi cuerpo lo más que pude hacia ella y le miré fijamente a los ojos. Y le dije una breve introducción, que lo bien que lo pasaba a su lado, que lo había meditado mucho… y demás cosas que solo ella y yo sabíamos, le solté la re clásica pregunta muy conocida por todos los varones enamorados:

- ¿Quisieras estar conmigo, linda J?

Acercamos nuestros labios y nos perdimos en un beso.

Yo ya estaba seguro que eso no iba a quedar así, pues tome el beso como la respuesta afirmativa. Pero dense cuenta en ese pequeño detalle: no me respondió nada, no me dijo ni un rotundo o un definitivo NO.

Después de dejarla en su casa me sentía afortunado, feliz, en paz con todos, volví a creer en Dios y todos los Santos…

Así que en vez de regresarme a seguir con la juerga decidí ir a mi casa a descansar.

(…)
El sábado, en la mañana, la llame para saber si estaba bien y para citarnos más tarde. Salimos, la pasamos, como es obvio, muy bien esto me volvió a confirmar lo que suponía: J era mi chica.

El domingo ella me llamó diciendo que le urgía hablar conmigo. Tuve un mal presentimiento. Llegué muy puntual a su casa.

Ella dijo que lo del viernes fue maravilloso, pero que no estaba en sus planes, que tenía otras prioridades, etc. En otras palabras que le diera un tiempo para pensarlo bien. Lo comprendí, tenía algo de razón aunque me disguste un poco. J debía ordenar sus sentimientos y pensamientos, quizás esto era muy rápido para sus 16 años.



La angustia me empezó a consumir, fue la semana más larga de mi vida. El suspenso se convirtió en intranquilidad, no podía concentrarme, paraba en la luna; fue un tormento esa semana.

La llamé el viernes, directamente, a saber la respuesta. Ella me dijo en un susurro, que me pareció maquiavélico, NO SÈ.
(...)
El cavernícola que dormía en mi se despertó, la ira se apodero de mí y comencé a reclamarle que no sabía cómo había pasado la semana a medio comer, que no tenía derecho a jugar con mis sentimientos, etc.

Solo me callé cuando la oí sollozar; ahí recién me asusté por lo que había hecho.

Me dí cuenta que de nuevo la cagué todo.

De nada valdrían mis disculpas y atine a cortar. Me sentí el ser más miserable y baboso del planeta.

También supe que me faltaba mucho por conocer a J, pues me sorprendió que fuese así de indecisa y yo no lo hubiera notado. Y lo comprobé que J es de esas chicas que sus decisiones son a medias, sus respuestas suelen llegar en capítulos como si fuera una telenovela brasileña que se termina justo en la parte más emocionante y te deja en suspenso. Así era J.

(…)
Ya más calmado me encontré con J en la calle. Ahora su mirada hacia mí era fría y apagada.

J me dijo que los dos somos los únicos culpables de todo lo que pasó.

Pero si nos hiciéramos un examen de conciencia, tendríamos que reconocer que fue ella quien avivó nuestras diferencias con su indecisión y sus actitudes más volubles que los pronósticos del Senamhi.

Además, ella me ha pedido que, por favor, desaparezca, que me evapore o que me “muera” por un tiempo, que renuncie a ella.

En conclusión, para que ella vuelva a vivir tranquila, feliz y no se acuerde de mí, tengo que morir.

¿Qué cosas no?

NOTAS IMPORTANTES
-En primer lugar quiero decir que estoy publicando poco a poco; ya que el USB que contenía mis historias y todas mis monografías avanzadas (casi terminadas) de la Universidad, pereció horriblemente. Se quemó en el puerto USB de mi PC. Ahora tengo mucho menos tiempo porque tengo que ponerme al día en todo. Así que estoy a full y aún así me escape para publicar algo en el Blog.

-Volví a las viejas andadas y manías de un soltero sin remedio, más recargado que nunca (volveré a las incursiones en bares, tabernas y “chupodromos” de mala muerte, volveré a vestirme como me dé la gana y no me afeitaré, los “affaires” estarán a la orden de los fines de semana, volveré a corretear colegialas y mandar correos electrónicos “accidentales” a mis ex; para que se peleen con sus enamorados y un millón de travesuras más.)

-Quedan exactamente siete días para mi onomástico y el primer aniversario de este espacio cibernético. Cómo pasa el tiempo, recuerdo como si fuera ayer cuando te cree.

Ahora los dejo con RENZO GUERRERO, más conocido como simplemente RENZO,un caserito de los kermeses y verbenas en los colegios más exclusivos de Lima (Lincoln, Markham, Peruano- Británico, etc.) con un bonito tema que se que se puso muy de moda,hace ya algún tiempo atrás y es muy bailable. Justo fue la canción con la que saque a bailar y me mandé a J que, al igual que yo, le gusta bailar latin pop.

El tema es QUIERO TENERTE y espero que les guste,más que la modelo del video, claro.


VIDEO DE LA SEMANA

Con la colaboración de una persona a la que quise mucho hace apenas unos días...

martes, 19 de mayo de 2009

Mi Problema con las Mujeres

Ustedes, queridas lectoras, seguro pensarán que el problema del cual padezco tiene que ver con la perversión, que soy un auténtico depravado, obsesionado por tener sexo en cualquier lugar y a cada rato, que soy un voyerista, o peor aún, que soy impotente o un eyaculador precoz (estos dos últimos casos sí que son bien graves); lamento decepcionarlas, no se trata de nada de eso.


Tampoco tiene que ver con mi timidez, ni con mi apatía, pereza e indiferencia (es cierto que es un escudo recomendable para estar solo, pues espanta a las chicas que revolotean alrededor).Pero cuando me propongo salir o empezar a “ligar” con alguien pongo todo de mi parte; es decir me convierto en un “gentleman” (entiéndase por esto como educado, servicial, caballeroso, modosito, detallista, el príncipe azul que todas sueñan, etc. en otros términos un autentico caballero inglés). Pues me comporto como cualquier chico interesado por la ninfa de sus sueños.




De esto pueden dar fe todas las chicas con las que he salido en mi vida ya sea a un café, pub, discoteca, karaoke (que lo odio) o algún tono; creo que ninguna tiene queja de mi caballerosidad, palabra de Blogger.



El “asunto” tiene que ver más con la mente que con la forma de conducta. No vayan a creer ahora que soy un paranoico o que sufro de trastornos mentales y bipolares que me pueden convertir en un asesino en serie.



El “problema” creo que tiene que ver con la inseguridad, la inmadurez, indecisión, prejuicios; todo esto combinado ya que no le encuentro otra explicación.



Sin embargo este “problema” no es únicamente, ni exclusivamente mío. A lo largo del transcurrir de mi vida he podido conocer a muchas personas que lo padecen (en su mayoría varones, aunque, por ahí, siempre hay excepciones).


Ojalá que algún estudiante de Sicología, o mejor, un psiquiatra, o en última estancia, un chaman, que lea este Blog me dé un diagnóstico efectivo, seguro y comprobado científicamente de lo que padezco y si tiene cura o, simplemente, es cuestión de controlarlo.

(…)
Nadie sabe de esto, a nadie se lo conté por temor de quedar en ridículo. Ni mis mejores amigos (Beto, Diego y demás secuaces) no se imaginan, que tengo esta singular “dificultad”.
No sé si catalogarlo como alguna etapa natural y normal en la vida de todo ser humano o ponerlo en el grupo de manías y perversiones.

Desde pequeño recuerdo que tenía este “problema”. Sin embargo, me percaté de ello y me empezó a preocupar recién en la pubertad, cuando tenía 10 ó 11 años, más o menos; es decir, me resultaba sumamente fácil, por decirlo así, “enamorarme” o ilusionarme con cualquier chiquilla que veía y me parecía simpática.



Me enamoraba así por así, inconscientemente y automáticamente, todo el tiempo, cada bimestre, cada semana, cada día. Y lo hacía irremediablemente, de todas, sin distinción.
De las profesoras de la escuela (sobrentendido que de las jóvenes y bellas), de las chicas bonitas del colegio (que por lo general, si es que no eran todas, estaban con chicos mucho mayores que yo), de las no tan bonitas o las llamadas “más o menos”, de las tímidas, de las calladas, de las “movidas”, de las amigas de mis hermanos, de las primas de las amigas de mis hermanos, de las rubias, pelirrojas, castañas, morochas, morenas, chinas. En fin, de todas.




No se salvaba absolutamente nadie. Ni siquiera las primas y hermanas de mis amigos (que según, ellos y yo, decíamos que eran sagradas); tampoco las gorditas del parque, del frente de mi casa, que salían a pasear a su perro, ni las hijas de la amigas de mi mamá.



Niña, adolescente, señorita que se cruzaba en la calle, en el bus o en mi destino y me parecían bellas, se convertía de inmediato en mi ideal de enamorada a la que idolatraba en infantiles sueños durante afiebradas noches en que me dormía escuchando en la radio los más ridículos, hasta llegar al extremo de ser patéticos, casos del corazón y baladas potencialmente suicidas y deprimentes en la emisora Ritmo Romántica.



Esto me traía un sinnúmero de problemas, pues yo también les caí en gracia a más de una de aquellas chiquillas que se hacían mis amigas. Pero no les gustaba que me hable con otras niñas, cosa que me parecía imposible de hacer, ya que conocer chicas era como mi “vicio” y sentía que me asfixiaba si me ponían este tipo de condiciones.




Y fue así como me gané una mala fama de “don Juan” en la escuela, en primaria. También le cogí un terror a las “formalidades” (en lo que se refiere a por ejemplo a formalizar una relación y hacerla más sería de lo que ya es; es decir, cuando son enamorados llega un momento en que uno de ellos quiere que sean reconocidos como tales entre sus amigos y familiares. Cuando llega este momento, me da una especie de alergia y siento que me asfixio.)



No obstante, este “problemita” me ayudo a ser, en alguna manera, más desenvuelto con las chicas. Claro que a la mayoría me tenía un poco de recelo por la fama que llegue a tener.



(…)
En un principio pensé que esto era normal y pasajero, que así como la pubertad, pasaría mientras iba creciendo, es más, lo consulte varias veces con sicólogos en el colegio, (no sicólogas porque temía que terminase enamorándome, irremediablemente y perdidamente de ellas), y siempre me confirmaban que pasaría.



Mientras tanto, en secundaria me fue un poco complicado convivir con mi “problema” así que reprimí mis delirios de seductor, aunque coqueteaba con todo ser femenino hasta que venía otra chica y se convertía en mi foco de atención por lo menos un mes.



Efectivamente me fue pasando; es decir, ya no me enamoraba tan fácilmente de las chicas más lindas. Creo que fui madurando un poco. Me fijaba en otras cosas como en detalles, sentimientos, afectividad. Cosas que ya escapan a lo físico.




Aunque a veces, hasta la actualidad, se me sale el “Australophitecus irracional y enamoradizo” que habita en mi inconsciente, así como un Hulk peludo, y soy capaz de bajarme del bus solo por ver a una chica bonita.
Esto sucede muy de vez en cuando; pero hay ocasiones y circunstancias que propician su escape. Por ejemplo cuando me acabo de pelear con la chica que estaba saliendo o cuando estoy mucho tiempo solo.
Por lo pronto está bien escondido y espero que se demore un buen tiempo así.
¿Ustedes que piensan? ¿Acaso también tienen algún tipo de “problemas”?



NOTAS IMPORTANTES

Quiero pedir encarecidamente que comprendan que cada vez tengo menos tiempo para escribir. Solo les pido su comprensión.

Mi proyecto personal de concretar una relación amorosa con J va viento en popa.

Me entere recién del terrible fallecimiento del poeta uruguayo Mario Benedetti. Esto enlútese las letras y la literatura latinoamericana y mundial. Como estoy próximo a mi cumpleaños (7 de junio) he decidido que será también aniversario de este rincón cibernético.

Un saludo, aunque a destiempo, por el Día de la Madre. Incluyendo, obviamente, también a varias amigas y ex amoríos que ya conocen la maternidad.

Ahora me despido con el video de la canción BEATLE de la banda argentina de punk ATAQUE 77. Disfrútenla es muy buena por la letra relacionada a un enamorador incorregible que pide encarecidamente a una de sus amantes que no lo siga más. Ya que no es su único amor. Incluye cancionero para que cantemos todos juntos.



VIDEO DE LA SEMANA

Sí me pasara esto sería el hombre más feliz del mundo. Con la colaboración de mi hermano mayor y BRAHMA.