Si tú confiaste en él o ella, le abriste tu corazón, le dedicaste tu valioso tiempo así como tus ilusiones; lo mínimo que esperas de aquella persona es un poco de reciprocidad, que es lo justo y necesario; es decir, esperas los ingredientes básicos para una relación seria.
Mientras tú duermes y sueñas en un futuro al lado de aquella persona o peor aún, si te amaneces estudiando o haciendo un trabajo decisivo que los beneficiaría a los dos.
Cómo te sentirías si en esos mismos minutos, paralelamente, él o la coprotagonista de tus sueños, se revuelca con su “ex” o uno de sus amigos.
(…)
Por eso, lo que le pasó al gordo Fernández espero que no le pase ni al peor de mis enemigos.
El gordo Fernández es un tipo bonachón que contrasta con su terrorífico tamaño y volumen de un ropero.
Lo conocí en primero de secundaría era callado, tranquilo, gran lector de Allan Poe, con una mirada pacifica, no tan brillante en los estudios, pero poseía una virtud inigualable: el conocimiento de la verdadera amistad; es más, fue mi primer amigo en mi nuevo colegio. Todavía conservo esa amistad, que se merece unas Pilsen, como en la propaganda.
Digo que el gordo conocía lo que era el significado de la verdadera amistad, porque cuando estábamos en tercero de secundaría y todo nos parecía nuevo y curioso, sucedió un hecho que puso a prueba el concepto de amistad del gordo con nosotros.
Como por esos tiempos el VHS fue sustituido por el DVD, el gordo Fernández se llevo el VHS de su sala a su cuarto dejando en la sala el DVD recién comprado para la familia; como ya casi nadie veía videos sino discos dejo el DVD para la familia.
Por él descubrimos, mis compañeros del salón y yo, lo que son las llamadas películas pornográficas.
Las “funciones” eran en su casa los fines de semana, como éramos menores de edad y casi nadie tenía barba, a excepción del gordo no podíamos ir a la tienda de alquiler de videos y peor, ni entrar en la sección adultos. No podíamos escabullirnos ante la atenta mirada del dueño de la tienda.
Las “funciones” eran en su casa los fines de semana, como éramos menores de edad y casi nadie tenía barba, a excepción del gordo no podíamos ir a la tienda de alquiler de videos y peor, ni entrar en la sección adultos. No podíamos escabullirnos ante la atenta mirada del dueño de la tienda.
Entonces ante esa necesidad, el gordo ‘buena gente’ sustraía, sigilosamente de aquella tienda de alquiler de videos, los videos para adultos y les cambiaba de estuche por las películas aptas para todas las edades. Y al momento de pagar por la película, el gordo Fernández, con toda naturalidad y sin nervios, entregaba el DNI de su viejo, sin despertar sospecha alguna.
Nosotros lo esperábamos ansiosos en su sala, imaginándonos de que sería este nuevo video.
Pero por uno de estos irresponsables cambios, una respetadísima madre de familia se llevo a casa un video que el gordo había cambiado de estuche. Y le armó un escándalo al dueño del establecimiento, a don Lucho, que además era un viejito setentón y renegón, acusándolo de ser un pervertido, corruptor y maniático sexual, además con la amenaza de una denuncia que incluía la clausura de local (hasta hoy me mato de risa imaginando la cara de perplejidad de don Lucho cuando lo llamaron maniático sexual).
Don Lucho juro no descansar hasta pillar al lujurioso y obsceno sujeto que casi le friega el negocio.
Hasta que un día, don Lucho, ‘ampayo’ al gordo con las manos en la masa, justo cuando se alistaba a intercambiar de estuches. El gordo Fernández se sacrificó por nosotros porque no delató a nadie de sus cómplices y cargo solo el terrible castigo.
Acción valerosa y heroica del gordo que acabo cuando el dueño de la tienda; o sea Don Lucho, lo llevo a su casa y pidió hablar con sus padres. Para mala suerte de gordo, justo acababan de llegar los dos. Y ahí fue que ardió Troya.
Desde ese día se acabaron las películas triple equis los fines de semana y el gordo fue recordado como ‘el mártir de la sexualidad del tercer año de secundaria.’
Aunque para las chicas quedo su fama de ‘enfermo sexual’ creo que por eso no pudo conseguir una enamorada en el colegio.
El gordo Fernández quedo condenado a ir a la parroquia, al grupo de confirmación y a leer los Santos Evangelios en la misa del Padre Manuel.
(…)
El sábado último me quede en casa. Al promediar la 1 de la madrugada del domingo, timbró mi celular con mucha insistencia, pronto cortaron. Es decir, solo me timbraron. Supuse que serian algún amigo o algún cabrón que me quiso joder la noche, sacándome de los brazos de Morfeo, para contarme lo espectacular que lo está pasando en algún centro nocturno de la capital. Así que no le di importancia y me dispuse a seguir durmiendo.
Un cuarto de hora después volvió a sonar mi inconfundible ringtone de bitter sweet symphony (una canción de los británicos The Verve).
Cuando estaba a punto de soltar mi ´artillería pesada` de adjetivos y sustantivos que son de los mas grotescos y vulgares que la parada. Me interrumpió una voz muy conocida por mí.
-- Habla. Sorry, si estabas ‘jateando’ pero esto es un asunto de vida o muerte. Tenemos que salvarle la vida al gordo Fernández… ¿Me entiendes? Es algo grave.
Pensé que me estaba tomando el pelo. Seguro que estaba borracho.
-- No te creo y no jodas, huevón, dile al gordo que no quiero ver más películas porno. Además ya es tarde, estoy cansado y para colmo mañana tengo una práctica de mierda.
-- Mañana es domingo, huevas. Es que no entiendes… Fernández descubrió que su chica, Alejandra, le estaba sacando la vuelta con el ‘surferito’ Juan Ignacio, y dice que se va a matar. Los acabamos de ver que salieron de bailar del Onuba, dándose unos chapes olímpicos. Fernández, se puso como bestia al ver esto, no sé como lo contuve quería asesinar al ‘surferito’ y no contentos, se fueron a seguir la diversión al depa del ‘surferito’. El gordo esta como un loco, está en estado de ´shock´…
Esto último me dejo pensativo por el tono de voz de Diego la cosa parecía ser muy seria. Además por el lado del celular de Diego se podían escuchar sonidos, algo así como sollozos y quejidos que parecía que me estuviera llamando de la Santa Inquisición.
--¿Por donde están? Atine a decir.
-- Estamos a cinco cuadras de tu casa… No le digas nada de su flaca ya el gordo te contara…
Bueno, nos despedimos y me levanté. Que fea vaina es descubrir por tus propios ojos lo que es un secreto a gritos. Habíamos escuchado varias veces esa historia de que Alejandra se daba sus ‘paseos’ con Juan Ignacio. No obstante, las descartábamos, pues no creíamos que una chica como ella que tenía todo claro en la vida, tan madura y segura de sí misma. En serio, me costaba trabajo creer que ella le había hecho esa traición al gordo.
La última vez que la vi fue hace, más o menos, 1 año y ya había empezado a salir con el gordo según ella porque él sí la comprendía .Ella acababa de salir de una tormentosa relación que había tenido con Alonso, el fisicoculturista amateur.
Lo único seguro era que no me gustaría estar en el pellejo del gordo.
Ella fue su primer y único amor del gordo Fernández, que nació en la parroquia. El gordo fue su catequista, luego su amigo hasta terminar ahora siendo su enamorado. Por ella él dejo de lado las películas porno y, poco a poco, se alejó de nuestras reuniones y de nosotros (los inmaduros).
(…)
Me sorprendí cuando vi llegar a Diego solo. Al llegar le pregunte por el gordo. Me respondió que ya no lo pudo cargar más y lo dijo tirado a 3 cuadras, por eso vino lo más rápido que pudo para que le ayude a traerlo.
Fuimos a traerlo y lo que vi fue a un individuo totalmente diferente al gordo Fernández: sin ganas de vivir, sin fe, sin esperanza, sin ilusiones, sin nada y sin quererse mover a algún lado.
La verdad es que no lo pudimos cargar y nos sentamos en la vereda a charlar, en estos casos es bueno que la víctima se desfogue hablando, entonces lo dejamos hablar todo lo que quería.
El gordo Fernández se mando con toda su historia de cómo la conoció, como se mandó y todo de todo, también empezó a ‘cantar’ cosas que nunca se nos hubiera pasado por la mente. Por ejemplo: cuando el gordo ingresó a la Universidad, lo primero que hizo fue llamar a Alejandra, es decir que se olvido de sus viejos.
Y demás secretos que nos dejo con la boca abierta. Fuimos testigos de lo grande que fue el amor sincero del gordo.
Aún recuerdo sus últimas palabras que a la vez anunciaba la muerte y el entierro de su amor por Alejandra.
--Ya no le creo nada…
Lo llevamos a su casa y lo dejamos ahí ya más tranquilo.
(…)
Me acabo de enterar que Alejandra, ante la inexplicable desaparición de su enamorado, está desesperada, preguntando a todo el mundo, porque el gordo ya no le contesta las llamadas.
Lo que no sabe la muy sínica es que se perdió uno de los pocos caballeros románticos y nobles que aun sobreviven. Porque estoy seguro que el gordo ya no le perdonara esta ¿O si?¿quien sabe?
NOTAS IMPORTANTES
Después de aquella madrugada estoy con una gripe de los mil diablos, peor que la gripe porcina y aviar fusionadas. Espero poder recuperarme pronto y no contagiar más a mis compañeros de la Universidad.
Es muy probable que pronto comience una relación amorosa con J y espero que de resultado, porque si no me veré en la necesidad de desfogarme en este Blog.
Por esta ocasión tuve que cambiar algunos nombres para proteger la intimidad y no ganarme una denuncia.
Hoy es el concierto de OASIS, 30 de abril, que será recordado como un hito en la historia de la música en el Perú. Así que desde este humilde Blog un saludo a los hermanos Gallagher (Liam y Noel) y decirles que dejen de ser tan malcriados.
Ahora les dejo con el video de los mejicanos CAFÉ TACUBA y la canción que va dedicada, exclusivamente, para Alejandra de parte de nuestro amigo el querido gordo Fernández. Supongo que ya la adivinaron… obviamente la canción INGRATA, que antes la cantábamos y bailábamos con el gordo Fernández dando taconazos feroces en los inovidables tonos del cole.
VIDEO DE LA SEMANA...
5 comentarios:
Las infidelidades en la era informática. PObre tu amigo!!Espero que ya estes mejor de tu "gripe porcina" y que la relación con J te vaya super y no tengas que hacer más catarsis en el blog. saludos!
mmm no creo que estes con gripe o con Tuberculosis, lo que si es seguro es que lamentablemente ese tipo de flacas siempre van para los denominados “hombres de verdad”
tu brother
es mejor estar sola que mal acompañada...
que viva las traviesas!
un gran ejemplo de la niña mala Alejandra
Es bien feo descubrir una infidelidad y peor aún verla con tus propios ojos, te lo digo por experiencia. Me toco ver a mi ex besandose con una compañera de mi universidad, todo el mundo me decia que me engañaba pero yo tonta le creia, hasta que lo descubri con las manos en la masa, si que dolio. Lo importante aqui es aprender de aquella experiencia para que no vuelva a suceder, cada tropiezo tiene que hacerte mas fuerte.
U_U pobechito tu amigo, siempre nos pasa éso a los buena gente, pero cuando ven que hemos logrado superarlos te persiguen y te acosan peor que cuando querían atrapar al chino xD
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