jueves, 30 de abril de 2009

Ya no le Creo Nada

¿Cómo saber que alguien está diciendo la verdad?; ¿Cómo saber si las hermosas frases y juramentos que, ahora, dice le salen del mismo corazón? Y, lo peor, aún, ¿Quién te asegura que no se volverá a burlar de ti, si en el pasado ya lo hizo?

Si tú confiaste en él o ella, le abriste tu corazón, le dedicaste tu valioso tiempo así como tus ilusiones; lo mínimo que esperas de aquella persona es un poco de reciprocidad, que es lo justo y necesario; es decir, esperas los ingredientes básicos para una relación seria.
Mientras tú duermes y sueñas en un futuro al lado de aquella persona o peor aún, si te amaneces estudiando o haciendo un trabajo decisivo que los beneficiaría a los dos.

Cómo te sentirías si en esos mismos minutos, paralelamente, él o la coprotagonista de tus sueños, se revuelca con su “ex” o uno de sus amigos.

(…)
Por eso, lo que le pasó al gordo Fernández espero que no le pase ni al peor de mis enemigos.

El gordo Fernández es un tipo bonachón que contrasta con su terrorífico tamaño y volumen de un ropero.

Lo conocí en primero de secundaría era callado, tranquilo, gran lector de Allan Poe, con una mirada pacifica, no tan brillante en los estudios, pero poseía una virtud inigualable: el conocimiento de la verdadera amistad; es más, fue mi primer amigo en mi nuevo colegio. Todavía conservo esa amistad, que se merece unas Pilsen, como en la propaganda.


Digo que el gordo conocía lo que era el significado de la verdadera amistad, porque cuando estábamos en tercero de secundaría y todo nos parecía nuevo y curioso, sucedió un hecho que puso a prueba el concepto de amistad del gordo con nosotros.

Como por esos tiempos el VHS fue sustituido por el DVD, el gordo Fernández se llevo el VHS de su sala a su cuarto dejando en la sala el DVD recién comprado para la familia; como ya casi nadie veía videos sino discos dejo el DVD para la familia.
Por él descubrimos, mis compañeros del salón y yo, lo que son las llamadas películas pornográficas.

Las “funciones” eran en su casa los fines de semana, como éramos menores de edad y casi nadie tenía barba, a excepción del gordo no podíamos ir a la tienda de alquiler de videos y peor, ni entrar en la sección adultos. No podíamos escabullirnos ante la atenta mirada del dueño de la tienda.

Entonces ante esa necesidad, el gordo ‘buena gente’ sustraía, sigilosamente de aquella tienda de alquiler de videos, los videos para adultos y les cambiaba de estuche por las películas aptas para todas las edades. Y al momento de pagar por la película, el gordo Fernández, con toda naturalidad y sin nervios, entregaba el DNI de su viejo, sin despertar sospecha alguna.
Nosotros lo esperábamos ansiosos en su sala, imaginándonos de que sería este nuevo video.

Pero por uno de estos irresponsables cambios, una respetadísima madre de familia se llevo a casa un video que el gordo había cambiado de estuche. Y le armó un escándalo al dueño del establecimiento, a don Lucho, que además era un viejito setentón y renegón, acusándolo de ser un pervertido, corruptor y maniático sexual, además con la amenaza de una denuncia que incluía la clausura de local (hasta hoy me mato de risa imaginando la cara de perplejidad de don Lucho cuando lo llamaron maniático sexual).

Don Lucho juro no descansar hasta pillar al lujurioso y obsceno sujeto que casi le friega el negocio.
Hasta que un día, don Lucho, ‘ampayo’ al gordo con las manos en la masa, justo cuando se alistaba a intercambiar de estuches. El gordo Fernández se sacrificó por nosotros porque no delató a nadie de sus cómplices y cargo solo el terrible castigo.

Acción valerosa y heroica del gordo que acabo cuando el dueño de la tienda; o sea Don Lucho, lo llevo a su casa y pidió hablar con sus padres. Para mala suerte de gordo, justo acababan de llegar los dos. Y ahí fue que ardió Troya.

Desde ese día se acabaron las películas triple equis los fines de semana y el gordo fue recordado como ‘el mártir de la sexualidad del tercer año de secundaria.’

Aunque para las chicas quedo su fama de ‘enfermo sexual’ creo que por eso no pudo conseguir una enamorada en el colegio.

El gordo Fernández quedo condenado a ir a la parroquia, al grupo de confirmación y a leer los Santos Evangelios en la misa del Padre Manuel.

(…)
El sábado último me quede en casa. Al promediar la 1 de la madrugada del domingo, timbró mi celular con mucha insistencia, pronto cortaron. Es decir, solo me timbraron. Supuse que serian algún amigo o algún cabrón que me quiso joder la noche, sacándome de los brazos de Morfeo, para contarme lo espectacular que lo está pasando en algún centro nocturno de la capital. Así que no le di importancia y me dispuse a seguir durmiendo.
Un cuarto de hora después volvió a sonar mi inconfundible ringtone de bitter sweet symphony (una canción de los británicos The Verve).
Cogí el celular, lo más rápidamente posible y sin fijarme si el número estaba entre mis contactos, me dispuse a ‘gramputear’ al inoportuno.

Cuando estaba a punto de soltar mi ´artillería pesada` de adjetivos y sustantivos que son de los mas grotescos y vulgares que la parada. Me interrumpió una voz muy conocida por mí.

-- Habla. Sorry, si estabas ‘jateando’ pero esto es un asunto de vida o muerte. Tenemos que salvarle la vida al gordo Fernández… ¿Me entiendes? Es algo grave.
Pensé que me estaba tomando el pelo. Seguro que estaba borracho.

-- No te creo y no jodas, huevón, dile al gordo que no quiero ver más películas porno. Además ya es tarde, estoy cansado y para colmo mañana tengo una práctica de mierda.

-- Mañana es domingo, huevas. Es que no entiendes… Fernández descubrió que su chica, Alejandra, le estaba sacando la vuelta con el ‘surferito’ Juan Ignacio, y dice que se va a matar. Los acabamos de ver que salieron de bailar del Onuba, dándose unos chapes olímpicos. Fernández, se puso como bestia al ver esto, no sé como lo contuve quería asesinar al ‘surferito’ y no contentos, se fueron a seguir la diversión al depa del ‘surferito’. El gordo esta como un loco, está en estado de ´shock´…

Esto último me dejo pensativo por el tono de voz de Diego la cosa parecía ser muy seria. Además por el lado del celular de Diego se podían escuchar sonidos, algo así como sollozos y quejidos que parecía que me estuviera llamando de la Santa Inquisición.

--¿Por donde están? Atine a decir.
-- Estamos a cinco cuadras de tu casa… No le digas nada de su flaca ya el gordo te contara…

Bueno, nos despedimos y me levanté. Que fea vaina es descubrir por tus propios ojos lo que es un secreto a gritos. Habíamos escuchado varias veces esa historia de que Alejandra se daba sus ‘paseos’ con Juan Ignacio. No obstante, las descartábamos, pues no creíamos que una chica como ella que tenía todo claro en la vida, tan madura y segura de sí misma. En serio, me costaba trabajo creer que ella le había hecho esa traición al gordo.

La última vez que la vi fue hace, más o menos, 1 año y ya había empezado a salir con el gordo según ella porque él sí la comprendía .Ella acababa de salir de una tormentosa relación que había tenido con Alonso, el fisicoculturista amateur.

Lo único seguro era que no me gustaría estar en el pellejo del gordo.

Ella fue su primer y único amor del gordo Fernández, que nació en la parroquia. El gordo fue su catequista, luego su amigo hasta terminar ahora siendo su enamorado. Por ella él dejo de lado las películas porno y, poco a poco, se alejó de nuestras reuniones y de nosotros (los inmaduros).

(…)
Me sorprendí cuando vi llegar a Diego solo. Al llegar le pregunte por el gordo. Me respondió que ya no lo pudo cargar más y lo dijo tirado a 3 cuadras, por eso vino lo más rápido que pudo para que le ayude a traerlo.

Fuimos a traerlo y lo que vi fue a un individuo totalmente diferente al gordo Fernández: sin ganas de vivir, sin fe, sin esperanza, sin ilusiones, sin nada y sin quererse mover a algún lado.
La verdad es que no lo pudimos cargar y nos sentamos en la vereda a charlar, en estos casos es bueno que la víctima se desfogue hablando, entonces lo dejamos hablar todo lo que quería.

El gordo Fernández se mando con toda su historia de cómo la conoció, como se mandó y todo de todo, también empezó a ‘cantar’ cosas que nunca se nos hubiera pasado por la mente. Por ejemplo: cuando el gordo ingresó a la Universidad, lo primero que hizo fue llamar a Alejandra, es decir que se olvido de sus viejos.

Y demás secretos que nos dejo con la boca abierta. Fuimos testigos de lo grande que fue el amor sincero del gordo.

Aún recuerdo sus últimas palabras que a la vez anunciaba la muerte y el entierro de su amor por Alejandra.

--Ya no le creo nada…

Lo llevamos a su casa y lo dejamos ahí ya más tranquilo.
(…)
Me acabo de enterar que Alejandra, ante la inexplicable desaparición de su enamorado, está desesperada, preguntando a todo el mundo, porque el gordo ya no le contesta las llamadas.

Lo que no sabe la muy sínica es que se perdió uno de los pocos caballeros románticos y nobles que aun sobreviven. Porque estoy seguro que el gordo ya no le perdonara esta ¿O si?¿quien sabe?


NOTAS IMPORTANTES
Después de aquella madrugada estoy con una gripe de los mil diablos, peor que la gripe porcina y aviar fusionadas. Espero poder recuperarme pronto y no contagiar más a mis compañeros de la Universidad.


Es muy probable que pronto comience una relación amorosa con J y espero que de resultado, porque si no me veré en la necesidad de desfogarme en este Blog.


Por esta ocasión tuve que cambiar algunos nombres para proteger la intimidad y no ganarme una denuncia.


Hoy es el concierto de OASIS, 30 de abril, que será recordado como un hito en la historia de la música en el Perú. Así que desde este humilde Blog un saludo a los hermanos Gallagher (Liam y Noel) y decirles que dejen de ser tan malcriados.







Ahora les dejo con el video de los mejicanos CAFÉ TACUBA y la canción que va dedicada, exclusivamente, para Alejandra de parte de nuestro amigo el querido gordo Fernández. Supongo que ya la adivinaron… obviamente la canción INGRATA, que antes la cantábamos y bailábamos con el gordo Fernández dando taconazos feroces en los inovidables tonos del cole
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VIDEO DE LA SEMANA...

lunes, 6 de abril de 2009

El Príncipe de Cabello Largo

Cada vez que me cortaban el cabello, llegaba a casa preocupado, sobresaltado, cabizbajo, amargo con el mundo y avergonzado por haber quedado como un reverendo “loser” ante el enorme espejo de la peluquería, pues el corte que me hacían nunca me gustaba.

Después de esas frustraciones siempre prometía, juraba y rejuraba que era la última vez que me cortaba el cabello; sin embargo, por exigencia de mamá y papá, cada mes volvía cabizbajo, de ‘visita’, al salón de belleza de la voluminosa señora Ketty, la estilista de confianza de la familia por ser católica y porque solía rezar el Santo Rosario todos los días en la parroquia del Padre Manuel.

De nada valían mis súplicas que no me cortara tanto el cabello. La señora Ketty, después de escuchar mis ruegos, sonreía y me decía Ay hijito, ¿Por qué tanto problema? Si el cabello, siempre vuelve a crecer. Además, así, se te notan los bonitos ojitos que tienes y a las chicas les gustan más los chicos educados con un corte elegante, distinguido y varonil.

Acto seguido empuñaba una enorme tijera y una navaja con suficiente filo como para cortarme el pescuezo o una oreja de un tajo, si me movía.

Yo, ya resignado otra vez, a que mis ruegos serían omisos, me limitaba a bajar la mirada y no ver, hasta que la ‘obra’ esté terminada.

La señora Ketty no paraba hasta convertirme en un autentico cadete del colegio Leoncio Prado.

Por ese entonces, las chicas no me daban ni bola y hasta se burlaban de mi corte.

Ahora, que me pongo a pensar bien el problema era que quizá nadie le había dicho a la señora Ketty, que sus cortes no eran elegantes ni distinguidos ni nada.

(…)

Pero lo peor venía al día siguiente: llegaba al colegio temeroso, pensando que todos se burlarían de mí.

El portero siempre estaba alegre, pero cada vez que volvía al colegio con el cabello recortado me parecía que hasta él se reía de mí.

Me volvía paranoico y sicótico al pensar que tendría que aguantar bromas y chistes crueles del salón; sobre todo de una ‘manchita’ que se caracterizaban por tener el ‘look’ de los integrantes de Led Zeppelin, o sea eran los clásicos chicos pelucones.
Estos se convertían en mis verdugos y como sabemos muchas veces los niños son más crueles que las personas adultas

Que ni bien me veían me atormentaban con sus frases, a las que yo por último acabe acostumbrándome.

-¿Qué te paso?
- Yo que tu ‘viejo’ denuncio a la peluquería que te ha dejado así.
-Supongo que quemaras la peluquería con todo y peluquera.
- Esa peluquería se llama La Venganza. ¿No?
- Con ese corte de pelo no se puede salir a la calle.
- Para mí que el peluquero era el joven manos de tijera.
- Cadete V… ¿Qué me mira? ¿Quiere que le regale una foto mía calato?
- ¿Cuánto te pagaron?
- Porque no aprovechaste y te cortabas toda la cabeza.

Me molestaban así los muy cabrones. Solían decirme estas frases y otras más que no recuerdo, todo el recreo y la salida. Podrán imaginarse que mi vida se convertía en un calvario cada mes.

A veces creo que los chicos que hacen sus masacres en sus colegios (como el caso de Columbie o de Virginia Tech en EE.UU) son porque no faltan los compañeros `jodevidas`. No sé, quizá suene sádico al decir esto, pero creo que yo comprendo a los asesinos.



No obstante, lo que más me dolía era que les había fallado a mis ídolos, aquellos rockeros que adornaban las paredes verdes de mi habitación, cuyas melenas largas y sueltas, que yo las admiraba, se movían sinuosas al viento, mientras ellos estaban bajo los efectos de las estruendosas guitarras eléctricas (¿o eran a causas de los alucinógenos, quizás?)

Pasando desde los clásicos Beatles, the Rolling Stones, Pink Floyd, the Doors, Pearl Jam, Deep Purple y Nirvana hasta los modernísimos Red Hot Chilie Peppers, Foo Fighters, Jet, Oasis y the killers.

Yo solo me decía a mí mismo, que algún día esto acabará…

(…)

El príncipe de cabello largo nació luego de que terminó el colegio ante la extrañeza (que luego se volvería en preocupación y, terminaría en un “simple capricho adolescente”, según sus padres.)

Su cabello era largo y muy dócil (casi como el de un bebé), cayéndole a la altura de los hombros, esto con los anteojos le daba un aire misterioso, de escritor o filósofo en plena reflexión o de un “hippie” cuyo pensamiento era ajeno a todo y daba la impresión de estar perdido en alguna dimensión surrealista.

Alto y flaco, tiene un aire triste, la expresión relajada, casi ausente y
aquella cabellera, exageradamente cuidada y limpia; (no era como la melena sucia de sus amigos metaleros de galerías Brasil que le proporcionan un buen material en discos), crecía con él, era la única testigo de sus incontables dilemas, sus incontables amoríos, sus `metidas de pata`(entiéndase con esto problemas) y conservada así, era un gesto de libertad, una señal de independencia , una muestra de rebeldía que exhibía con orgullo como una bandera cuando flamea con el aire.

Su pálida tez contrasta con el oscuro azabache de sus cabellos.


Su seudónimo se debe a una de sus ‘ex amantes’ (entiéndase ex enamorada.) La cual, rendida de amor en sus brazos, se lo dijo en una noche de inspiración, en la cual se amaron con febril e infinita pasión.

Noche que quedará en recuerdo, el príncipe de cabello largo no tenía que tener puntos débiles, por eso `asfixió` su amor por ella.

Aún, el tiempo corto y fugaz a su lado, la amo con una intensidad bárbara.

Ella supo todo de él, por eso se volvió peligrosa. El príncipe la espantó con su apatía y pereza.

Solo quedan algunos rezagos en su celular y uno que otra tarjeta Bubba en su bandeja de entrada del Messenger que no son otra cosa que los mensajes escritos por ella desesperada por revivir su amor.

Mas él nunca contesto.

Algunas noches, preso de la nostalgia, el príncipe se pone a releer aquellos mensajes.

Por último, el príncipe de cabello largo creó un blog y como si fuese un "stripper cibernético" pública ( y se despoja de) episodios, ánecdotas, vivencias de su vida privada.

También se hace llamar El Hombre del Espacio Interior.

(…)

Todos esperan que `sente` cabeza,que ya no vaya los fines de semana de cacería, todos esperan que algún día madure, que presente a alguna chica como, ahora sí con todas las de la ley, enamorada. Por lo pronto solo sonríe despreocupadamente y atina a decir quizás, quizás, quizás…


NOTAS IMPORTANTES

Por estos días el príncipe de cabello largo se volvió a cortar el cabello, claro, que ya no un corte escolar. Sino uno moderno.

Comenzó la Semana Santa. Quiero manifestar mi ‘sana envidia’ por los campamentos, juergas, orgías y toda clase de excesos que cometerán este fin de semana largo.

Reciban mi más cordial saludo desde la parroquia donde estaré preso viendo por enésima vez La Pasión de Cristo.

Aquí les va el video de la banda argentina LOS ENANITOS VERDES, titulada EL EXTRAÑO DE PELO LARGO.
Es lo que algún día evolucionará el ahora príncipe de cabello largo
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VIDEO DE LA SEMANA
A cargo de BRAHMA y la magía vudú.